La celebración de la Navidad suele tener elementos comunes en todos los países, pero hay detalles y costumbres que los distinguen. En algunos lugares del mundo las ventanas tienen un papel importante en la celebración de la Navidad, al contrario que en Bizkaia, donde la decoración tradicional se concentra en el interior de los hogares.
Zapatos en las ventanas para recibir dulces y regalos
En lugares tan distintos como Brasil, Estonia, Holanda, Hungría o Islandia es costumbre que niños y niñas pongan sus zapatos o calcetines en las ventanas, donde les dejan dulces y pequeños regalos.
En zonas de Europa Central, como ocurre en Holanda y Hungría, San Nicolás visita las casas la madrugada del 6 de diciembre, para obsequiar a quienes se han portado bien con dulces y otros regalos que deja en los zapatos que esperan en las ventanas desde la noche anterior.
En Estonia los elfos de la Navidad, los päpapikud, dejan dulces y golosinas en las zapatillas que los más pequeños colocan en las ventanas durante las semanas anteriores a la Navidad. En Islandia también los zapatos y calcetines aguardan en las ventanas donde durante 13 noches, desde el 12 de diciembre hasta la mañana de Navidad, cada uno de los 13 duendes típicos de la tradición islandesa van dejando pequeños regalos.
Velas y lámparas en las ventanas para alumbrar el camino
En Islandia y en Suecia es tradición colocar un candelabro en las ventanas un mes antes de empezar la Navidad, el primer domingo de adviento.
Los candelabros pueden ser las clásicas coronas con cuatro velas, que simbolizan los cuatro domingos de adviento, o un triángulo con siete velas, que incluyen los cuatro domingos de adviento y los tres siguientes a la Navidad. En ambos países esta decoración puede apreciarse claramente desde fuera porque no acostumbran a usar cortinas ni persianas.
En Colombia, y más especialmente en la zona Andina, el 7 y 8 de diciembre se celebra la Fiesta de las velitas, que supone el inicio de la época navideña. En ventanas, jardines y balcones se colocan velas en honor a la Virgen María. Actualmente también se emplean farolillos decorativos.
En la ciudad holandesa de Gouda los festejos navideños también arrancan con velas en las ventanas, pero la tradición es diferente a la colombiana. Semanas antes de Navidad en Gouda se celebra la Noche de las Velas. La noche elegida, una vez ha oscurecido, en la plaza principal se apaga el alumbrado público, quedando iluminada sólo por la luz de multitud de velas colocadas en las ventanas de las casas que rodean la plaza y en las ventanas del ayuntamiento. El alcalde da un discurso y posteriormente se enciende un gran árbol de Navidad colocado en el centro de la plaza en una noche llena de magia y de turistas.
En Irlanda es costumbre poner una sola vela en la ventana, que debe encender en Nochebuena el miembro de menor edad de la familia. Su luz es para dar la bienvenida a José y María, en recuerdo de cuando no encontraban refugio en Belén. Es también señal de hospitalidad hacia quienes visitan la casa ese día y de recuerdo de las personas queridas que están lejos. Esta tradición también se puede encontrar en puntos de Estados Unidos donde es más evidente la influencia irlandesa, como puede ser el caso de Boston.
Ventanas abiertas para sacar a los malos espíritus
En Uruguay es costumbre arrojar agua por la ventana en Nochevieja. Con el agua que se lanza al exterior también se va toda la mala energía que puede haber en la casa, quedando limpia para afrontar el Año Nuevo de la mejor manera posible.
Dulces típicos y estrellas para adornar las ventanas
En Suecia es habitual ver en las ventanas velas y estrellas eléctricas. Como en otros muchos lugares, la Navidad es una ocasión para comer guisos y dulces tradicionales. Entre las golosinas típicas suecas están las naranjas decoradas con clavo, que no es raro verlas como adorno en las ventanas y en las mesas durante la época navideña.
Con luz para iluminar al viajero, con zapatos para convertirlas en el centro de la ilusión, con dulces al estilo sueco…puedes adoptar las tradiciones de otros países o crear las tuyas propias. Todo vale para convertir tus ventanas en el altavoz de tus mejores deseos para esta Navidad y el Año nuevo.