Las ventanas cumplen una función crítica en nuestras viviendas. Nos permiten disfrutar de luz natural mientras nos protegen de las inclemencias del tiempo.

Si tu casa es de reciente construcción, tus ventanas deberían cumplir estos dos requisitos mínimos sin muchas dificultades. Si tu vivienda es antigua, entonces es más probable que sufras los inconvenientes propios de unas ventanas antiguas o envejecidas. Si tienes uno o varios de los siguientes problemas, es que tus ventanas necesitan un cambio:

  • Mis ventanas están muy frías en invierno y arden en verano.
  • Los marcos de mis ventanas son muy gruesos y queda poco espacio para que entre la luz.
  • Con lluvia fuerte, siempre se filtra algo de agua dentro.
  • El viento silba al colarse por las juntas de las ventanas.
  • La persiana traquetea las noches de viento.
En estos casos definitivamente necesitas cambiar las  ventanas de tu casa.
Con unos cerramientos nuevos, por muy sencillos que  sean, notarás una mejora inmediata: aislamiento de la  temperatura exterior, del agua y del viento y aumento de  la luminosidad gracias a marcos más esbeltos.
Con el tiempo también lo verás reflejado en un ahorro  importante en la factura de la energía que utilices para  mantener tu casa a una temperatura confortable.

 

  • Cuando mis ventanas están cerradas oigo el ruido de la calle igual que cuando están abiertas.
  • Tengo que dedicar tiempo y dinero cada año para mejorar el aspecto de mis ventanas.
  • Los mecanismos de mis ventanas se han deteriorado y se atascan al abrir y cerrar.
En este escenario tus ventanas reclaman demasiadas atenciones para el resultado que te están dando. Puede que cumplan con sus funciones más básicas (luz y aislamiento) pero cambiar las ventanas será una decisión que te hará ganar confort, tiempo y dinero.
Apuesta por unas ventanas de PVC que te van a asegurar un buen aislamiento acústico y un cierre hermético gracias a mecanismos de gran resistencia, que  garantizan su correcto funcionamiento durante muchos años.
Las ventanas de PVC no se van a deteriorar ni deformar con el tiempo, por lo que no necesitarás dedicarles tiempo ni dinero extra para su mantenimiento.

 

  • Las ventanas están tan estropeadas que desde fuera, mi casa parece más antigua de lo que es.
  • Cuando vienen visitas cierro las cortinas para que no se vean mis ventanas, porque están muy feas.
  • Mis ventanas no encajan con el estilo de la casa.
  • Estoy pensando en vender mi casa y las ventanas siempre generan comentarios negativos.
Aunque parezca un asunto menor, el aspecto de las ventanas puede condicionar el resultado final del edificio, mejorándolo o empeorándolo.

Por otra parte, unas ventanas con aspecto deteriorado generan desconfianza. Puede que cumplan su misión pero no lo parece.

Cambiar unas ventanas de estilo equivocado y/o deterioradas, por otras nuevas y de estética acorde al estilo de la casa, ayudará a aumentar el valor de la vivienda.

Si estás pensando en vender tu propiedad a corto o medio plazo, cambiar las ventanas es una buena inversión que te ayudará a defender el precio de venta. También es una buena opción para mantener el valor de tu propiedad a largo plazo.

 

No cambiar las ventanas cuando es necesario puede parecer un ahorro pero, en realidad, sólo es retrasar la decisión correcta mientras sigues acumulando gasto extra en climatización y una ristra de incomodidades.

Si tus ventanas te están pidiendo un cambio, pero te preocupa el desembolso, consulta a nuestros profesionales sobre las condiciones de financiación de Soluvent. Cuéntanos tu caso, te ayudamos a elegir el material (ventanas de PVC, aluminio o madera) que más te conviene.

No pospongas la decisión que hará de tu casa un hogar confortable.