Una de las razones más frecuentes para cambiar las ventanas es la necesidad de evitar los ruidos del exterior. De hecho, las pérdidas de calefacción nos preocupan durante el invierno, pero el ruido suele ser una molestia de todo el año, fuente de stress e irritabilidad.
El oído humano es uno de nuestros órganos sensoriales más sensibles. Tiene una percepción de tono de 16 a 16.000 Hz. Incluso cuando dormimos, el sentido del oído humano permanece muy activo y sensible. Según los hallazgos científicos, la exposición al nivel de ruido máximo para un sueño sonoro es de 25 dB.
Sin embargo, en los tiempos modernos este nivel difícilmente puede lograrse sin la insonorización apropiada, y un gran porcentaje de la población tiene que soportar las molestias de vivir en zonas expuestas a fuentes de ruido desde el exterior.
Una de las sensaciones que más impacta cuando se cambian las ventanas es la disminución del ruido.
A continuación, ofrecemos una breve visión general de los niveles de ruido que se producen en diferentes condiciones de vida:
- Sala de estar: 40 dB (A)
- Oficina de ruido / restaurante: 60 dB (A)
- Ruido de carreteras: 80 db (A)
- Pueblo o zona mixta: 60 dB (A)
- Pueblo: 70 dB (A)
- Muy concurrida carretera: >70 dB (A)
- Los sitios de construcción (por ejemplo, taladro neumático, vibrador): 100 db (A)
- Motor a reacción: 120 dB (A)
Nivel acústico recomendado en las zonas habitables:
- Dormitorio: 20 – 25 dB (A)
- Superficie habitable: 30 – 35 dB (A)
- Área de trabajo: 35 – 50 dB (A)
Al comparar ambas tablas se hace evidente que una buena protección acústica es absolutamente esencial hoy en día.
¿Cómo se atenúa el ruido? Fundamentalmente con dos soluciones:
- Una, similar al aislamiento térmico, logrando la hermeticidad de todos los componentes de la ventana.
- Otra, utilizando vidrios que filtren los sonidos. Ello se consigue mediante la utilización de PVB con prestaciones acústicas en el doble o triple acristalamiento. El PVB actúa como un núcleo de amortiguación para evitar que las frecuencias de sonido vibren de un cristal a otro. Esto absorbe y debilita la energía del sonido, ayudando a actuar como una barrera al ruido.
Esta capa intermedia de plástico también tiene las propiedades adicionales de seguridad frente a roturas fortuitas o intencionadas y filtrado de los rayos UVA.
En Soluvent entendemos que el aislamiento acústico es una de las principales prestaciones que debe tener una ventana. Por eso, en nuestra exposición contamos con una sección específicamente destinada a explicar los tipos de ruido y las soluciones de aislamiento. Además, contamos con un simulador acústico que muestra cómo se atenúa el ruido.
¿Vienes a visitarnos?