El proyecto consistió en la sustitución de un cerramiento de una cocina en un piso de Uribe Kosta. En un principio existía una terraza que fue posteriormente añadida a la cocina. El cerramiento defectuoso hacía que, durante el invierno, la estancia resultase demasiado fría, sobre todo por las mañanas. Te contamos la solución que planteamos en ventanas Soluvent. 

Los propietarios nos comentaron que deseaban dotar a la cocina de un confort que les permitiese pasar mucho más tiempo en ella. A su vez, la cocina se encuentra unida al salón con lo que las incomodidades de ésta se extendían. La vivienda se haya situada en un bloque de pisos de mediana altura con una antigüedad de 40 años. Orientación al noreste, con buena luz de mañana propiciada por la altura del piso.

El cerramiento, al ser de suelo a techo, debía cumplir los requisitos de seguridad para las partes inferiores. Al mismo tiempo, y dado que existía una caldera de gas, se necesitaba dar salida a los gases de combustión y permitir la entrada de aire del exterior.

El cerramiento existente era de aluminio y algunos de los vecinos del inmueble se habían decantado por este material. Sin embargo, la solución propuesta incorporaba una carpintería de PVC 70 mm con seis cámaras, de color blanco por el exterior e interior. Las prestaciones del PVC en cuanto a aislamiento térmico fueron determinantes para la elección del material.

Dada la anchura del cerramiento, se optó por cuatro partes verticales, para permitir la limpieza de los vidrios. A su vez, cada paño vertical estaba dividido en tres, siguiendo lo que se había hecho en el resto del edificio.
Los dobles acristalamientos utilizados fueron Guardian Sun, con sus prestaciones de baja emisividad y control solar, lo que le permitían evitar la pérdida de calefacción en invierno. En los cerramientos inferiores se utilizó vidrio laminado de seguridad con efecto traslúcido.

La parte inferior y superior de una de las partes eran opacos, para permitir practicar los conductos de ventilación y salida de gases de la caldera.

La ejecución se hizo en una mañana. Uno de los elementos importantes fue, al mismo tiempo que, como siempre, se protegían los muebles de la cocina, el aislar la cocina de la sala, de manera que no se trasladase a esta ningún trazo de polvo.

Los propietarios de la vivienda en seguida notaron que la estancia había cambiado, estaban más aislados del exterior, no pasaban frío. Además obtuvieron un importante ahorro en calefacción. Ahora pasan mucho más tiempo en la cocina, se sienten más a gusto.

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